El European Journal of Nutrition, publicó un estudio que analizó a adultos mayores y encontró que esta popular infusión ayuda a reducir la inflamación, mantener la energía y prevenir la sarcopenia.
El consumo habitual de café podría ser un papel clave en la prevención de la fragilidad asociada al envejecimiento, según un reciente estudio publicado en el European Journal of Nutrition.
La investigación, que analizó a 1.161 adultos mayores de 55 años durante siete años, sugiere que “beber regularmente de 4 a 6 tazas de café al día (cada taza se define como 125 ml) se ha relacionado con un menor riesgo de fragilidad”, según los autores del informe.
La fragilidad, definida como un estado en el que múltiples sistemas orgánicos pierden resiliencia y aumentan el riesgo de caídas, discapacidad y hospitalización, se convierte en una preocupación creciente con el paso de los años.
El doctor Alberto Cormillot explicó que “a medida que uno avanza en las décadas, tiene menos defensas, se repone más lentamente de las infecciones y se enferma más. Tiene que ver con una disminución de la inmunidad, en fin, todo el cuerpo va funcionando de una manera distinta”.
El estudio, financiado por el Instituto de Información Científica del Café, utilizó el modelo conocido como el Fenotipo de Fragilidad de Cinco Componentes de Fried, que evalúa pérdida de peso involuntaria, debilidad, agotamiento, lentitud al caminar y baja actividad física. Los resultados mostraron que “el consumo habitual de café, de moderado a alto (2 a 4 tazas al día), mejoró estas áreas y, por lo tanto, podría reducir el riesgo de fragilidad en adultos mayores”, según los investigadores.
La profesora asociada Margreet R. Olthof, autora principal del estudio y miembro del Instituto de Investigación de Salud Pública de Ámsterdam, de la Universidad Libre de Ámsterdam, destacó: “Beber café es fundamental en la vida diaria de muchas personas, y a medida que envejecen, buscan constantemente maneras de mantener su salud. Nuestros hallazgos resaltan la posible asociación beneficiosa entre el consumo diario de café y la reducción del riesgo de fragilidad en la vejez en la población de mayor edad. Por lo tanto, el consumo de café puede favorecer un envejecimiento saludable, pero es importante que también exploremos más intervenciones dietéticas para garantizar que las personas mayores puedan seguir viviendo una vida plena”.
El efecto protector del café se atribuye, en parte, a sus antioxidantes, que “pueden ayudar a reducir la inflamación, la sarcopenia (pérdida de masa muscular) y prevenir el daño muscular”, según los investigadores. Además, el café podría mejorar la regulación de la sensibilidad a la insulina y la absorción de glucosa en personas mayores.
Los principales beneficios del café son:
- Brinda energía y puede ayudar a perder peso y a agudizar la concentración gracias a la cafeína.
- Mejora la salud del corazón. Estudios identificaron compuestos activos presentes en la bebida a los que se les atribuyen propiedades antioxidantes y vasodilatadores, con potencial efecto benéfico para salud cardiovascular e incluso sobre la mortalidad.
- Es un aliado contra la obesidad y la diabetes. Según publicaron en la revista especializada BMJ Medicine, un nivel alto de cafeína en la sangre podría reducir la cantidad de grasa corporal que tiene una persona y en consecuencia disminuir el riesgo de diabetes tipo 2.
- Ayuda durante la rutina de ejercicio. Tomar café media hora antes de realizar ejercicios ayudará en la circulación, resistencia, tolerancia al dolor y quema de grasa durante la actividad física. Esto se debe principalmente al efecto de la cafeína sobre el sistema nervioso y la irrigación de adrenalina.
