El diputado de la Democracia Cristiana advirtió en la sesión de la Cámara Baja que la falta de financiamiento educativo vulnera mandatos constitucionales, ataca la movilidad social y castiga al interior del país. Alertó además sobre un tratamiento discriminatorio del Gobierno hacia los hospitales universitarios.
El Diputado Juan Fernando Brügge participó activamente ayer durante la sesión en donde la Cámara Baja dió media sanción a las leyes de financiamiento universitario y de emergencia en salud pediátrica, mientras también rechazó varios decretos delegados del Ejecutivo, consolidando una fuerte derrota parlamentaria para el gobierno.
En ese contexto, durante el debate por garantizar el financiamiento de las universidades públicas, el legislador cordobés integrante del Bloque Encuentro Federal, brindó un encendido discurso en el que denunció la ausencia de un presupuesto nacional como causa estructural del problema, y llamó a reconocer el rol estratégico que tiene el sistema universitario en la movilidad social, el desarrollo regional y el progreso del país.
Brügge calificó de “ficción” el actual esquema de prórrogas presupuestarias y recordó que la Constitución Nacional exige que el presupuesto contemple tres pilares: equidad, solidaridad y desarrollo territorial equilibrado. “Eso no es ideológico —afirmó—, lo dice el artículo 75. Y si no discutimos el cómo, seguimos tratando excepciones por fuera de la ley de leyes”.
Desde su banca, planteó que la desinversión educativa pone en riesgo la posibilidad de estudiar de miles de jóvenes, especialmente aquellos sin recursos para pagar una universidad privada. Advirtió que también se ve perjudicada la formación de recursos humanos especializados, el desarrollo regional y la oferta académica en muchas zonas del país. “No es un problema de ideología. Es un problema de futuro”, sentenció.
Con ejemplos concretos como los hospitales universitarios de Córdoba, Mendoza y La Rioja, Brügge denunció una política discriminatoria del Ejecutivo. “Se le aumentaron los fondos a los hospitales universitarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero se dejó afuera al interior. Eso requiere una explicación y por eso vamos a pedirle informes al jefe de Gabinete”, adelantó.
En su intervención, el referente parlamentario defendió el legado histórico de la universidad pública, recordando que tres de los premios Nobel argentinos se formaron en ellas, y que la Universidad Nacional de Córdoba, fundada en 1613, es una de las más antiguas del continente. “No podemos permitir que se la degrade, porque eso es romper con nuestro ADN”, subrayó.
Además, el constitucionalista destacó los aportes concretos del sistema al sector privado, como el Laboratorio de Hemoderivados de la UNC, líder en Latinoamérica. “La universidad pública devuelve mucho más de lo que se invierte. Le sirve al país entero, no solo a los estudiantes”, insistió.
Por último, Brügge cerró su discurso con un llamado a la responsabilidad política: “Esto no es un gasto. Es una inversión estratégica para que todos los argentinos, vivan donde vivan, tengan las mismas oportunidades. Esa es la base del progreso y de un país inclusivo”.